Darfur :Un sunami en el desiero...
Una vez más tarde, mal y a medias, los muchos interés en la región por el incipiente descubrimiento de petróleo en la zona, hacen que el problema de Darfur salte a los medios de comunicación. Campos de refugiados abarrotados de personas conducidas por la desesperación y a una muerte segura, se ven desplazadas una vez más des sus lugares de origen, a causa de que los señores de la guerra no ha tenido suficiente en el reparto del botín , dígase en este caso petróleo.
La comunidad internacional, lo sabe y su silencio le hace cómplice de la muerte de miles de personas. Un genocidio una vez más consentido por quienes desde el arbitraje de los derechos humanos, permiten a los interés privados sigan ejerciendo su derecho de pernada y continúan disfruten de la ya de por si endémica patente de corso. Los militares de la paz artificial ya han llegado al terreno, en realidad para contar los muertos y repartirse las vestiduras; también han llegado las tiritas sin fronteras y las grandes agencias de la acción humanitaria ya están en el palco, un día de estos llegaran los políticos a falta de la l inminente presencia de alguna figura estelar del teatro de las vanidades, el Indiana Jons de turno disfrazada de coronel tapioca. Momento estelar en que las señales de humo, las grandes campanas tocando a arrebato y los ecos de la fiesta anunciado el nuevo party, reúnan a toda la tribu en Darfur. Tras la efemérides inaugural, la posterior foto de familia y el recuento de la camada, en Darfur solo quedará, arena, polvo y desolación, lo mismo que había. Las conclusiones del conclave, tras la fumata de los habanos o cohibas reglamentarias ,serán las de siempre, " no podemos intervenir y menos injerir en los asuntos internos de los países".- claro que lo de Agaanistan e Irak lo hemos soñado -. acto seguido y una vez más los ecos de la fiesta rebozan de notoriedad la desgracia de los parias. Un sunami de pena y dolor invade el planeta, la factoría de la fe en occidente hace descuentos especiales a los agnósticos y rebajas a los ateos incrédulos para que recuperen la fe y continúen arrodillados. En el mismo container de la leche, la harina la mantequilla y las golosinas llega también el olvido en forma de estadística- tantas toneladas, no se cuantos miles de damnificados- y un sin fin de datos que no hacen sino cualificar aun más por si no lo estaba suficiente, la mala conciencia de los vigilantes sin fronteras.
Mientras el eco de las vanidades agoniza en Darfur, los arciprestes y amanuenses reseñan en el margen del incunable las ultimas notas de campo, previas al archivado con el que se pasa pagina en Darfur y se le da descanso en los anaqueles de la historia, en la sección de olvidos interesados. Eso si Darfur ya es historia, un merecimiento que para alcanzarlo ha de sobrepasarse el umbral de las 10.000 personas muertas y que los hechos se produzcan en una coordenada de interés geopolítico y económico del planeta, todo lo demás no son sonamis, son desastres.
Gil lossada